Maestro cruza nadando todos los dia un rio para llegar puntual a dar su clase.
Quiero compartir en mi blog una publicaciĆ³n que he encontrado en la red en un periĆ³dico digital llamado el Heraldo, la historia de un profesor Indio que me ha llamado mucho la atenciĆ³n y la tomo como una reflexiĆ³n que nosotros como maestro tenemos que reflexionar.
Su nombre es Abdul Mallik, un profesor indio que cruza a diario un rĆo para reunirse con sus alumnos de la escuela primaria. No utiliza un puente ni una embarcaciĆ³n: lo hace nadando.
La historia de este hombre, un padre de familia que ya ha rebasado la frontera de los cuarenta aƱos de edad, vive en Malappuram, en el estado de Kerala, al sur de la India, y en 1992 comenzĆ³ a trabajar como profesor en una escuela de primaria en la zona.
El trabajo le encanta, pero desde el primer dĆa topĆ³ con un problema difĆcil de resolver: las dificultades para llegar al centro de estudios desde su lugar de residencia.
No dispone de automĆ³vil propio, la primera opciĆ³n que a cualquiera se le ocurre es el transporte pĆŗblico. Sin embargo, esta vĆa no es precisamente cĆ³moda en Malappuram.
Abdul necesitaba caminar alrededor de dos kilĆ³metros y tomar dos autobuses para alcanzar la escuela, un trayecto de nada menos de tres horas. Para colmo de males, ni siquiera madrugando podĆa evitar llegar tarde a su puesto de trabajo en numerosas ocasiones. Harto de la situaciĆ³n, pero lejos de rendirse, el maestro se puso a pensar en alternativas.
āSe me ocurriĆ³ que si era capaz de atravesar el rĆo llegarĆa mĆ”s rĆ”pido, con mĆ”s facilidad y sobre todo puntualā, explica Malik. AsĆ fue cĆ³mo empezĆ³ a cruzar el rĆo a nado cada maƱana. Le lleva diez minutos llegar andando a la orilla desde su casa.
En cuanto alcanza la otra orilla, se cambia de ropa, sĆ³lo necesita caminar un kilĆ³metro mĆ”s para presentarse en la escuela, listo para impartir sus clases a los jĆ³venes. De paso ahorra en autobuses 30 rupias diarias, unos 40 cĆ©ntimos; cantidad nada despreciable teniendo en cuenta que su salario estĆ” en torno a los 400 euros mensuales.
La historia de este ejemplar maestro llena de mucho orgullo a los pobladores de la zona, quienes le agradecen profundamente el esfuerzo que realiza cada dĆa para educar a los futuros profesionales del maƱana.
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